Gritaré hasta romper la voz sin más pena ni lamento que el rudo soplar del viento. Así está la cuestión no se quien es el que mata a sangre fría y remata su trabajo de una manera tan eficiente, mientras escapa se le ve sonriente no le importa la gente la misión está cumplida y nada más. Y al otro lado el dolor la pena y consternación, y una impotencia que se apodera y poco a poco destruye la vida entera. Y ¿ahora que?, ¡digo yo! si nada tiene sentido de todo esto aborrecido. ¿Para que vivirá, si la duda es permanente y el miedo ya está en su mente? ¿Hasta cuando tiene todo esto que durar? que no creo que nadie pueda aguantarlo ni seguir así, habrá que tomar medidas y nada más.