Corazón..., no le hagas caso... no te amargues por su ausencia que no vale ni la pena, vamos...vamos... Para qué vas a tomarlo así si no se lo merece. ¡Corazón no le hagas caso, que aún se puede ser feliz! Qué importa si al fin de cuentas su desvío nos mostró que no tenía, ni franqueza, ni cariño. Acaso, es mejor que así haya sido. Por eso, aunque duele ser golpeado...corazón..., qué nos importa... si todavía en nuestra vida la esperanza en una amiga que nos presta su ilusión... Corazón no le hagas caso... que a la vuelta de una esquina otros sueños nos convidan, vamos..., vamos... No te amargues porque al fin su amor fue sólo flor de un día. ¡Corazón...no le hagas caso... que es inútil tu dolor!