Te roba una lágrima te besa como lluvia cuando llega te deja en el vacío si se va y sin ella no es posible imaginar este mundo loco que se va muriendo poco a poco entre el poder y la mediocridad. Ella llega y te acaricia el corazón y cura tus heridas y te da la paz a cambio de escuchar su voz y su nombre de batalla es... la música. La música es amante y compañera para la soledad, un cielo sin fronteras hasta donde subir, el vuelo fugaz a un tiempo feliz. La música es el punto de partida de una historia de amor, el lazo que nos une y nos hace vibrar. La música es el canto de amor y de paz que te despierta el corazón. Te cuenta mil historias al oído y mientras te acaricia todo entero se mete en cada poro de tu piel y sin ella no es posible comprender esa magia blanca que te va meciendo y que te arrastra como un suave perfume de mujer. Ella llega desde el fondo del salón flotando por el aire y te envuelve como notas de un acordeón y su nombre de batalla es... la música. La música es un beso enamorado a la orilla del mar, el llanto emocionado del que vuelve al hogar, un claro de luz en la oscuridad. La música es amante y compañera para la soledad, un cielo sin fronteras hasta donde subir, el vuelo fugaz a un tiempo feliz. La música es el punto de partida de una historia de amor, el lazo que nos une y nos hace vibrar. La música es el canto de amor y de paz que te despierta el corazón.