Flor nacida en un jardín de invierno, de cristal, que creciste triste bajo un frío rayo de sol. Tú que creíste equivocada que el amor era pecado y tanto empeño pusiste en guardar tus encantos. No dejes que el tiempo, flor de invernadero, pase y te marchite y queme así tus sueños. Ven conmigo y vuela donde brilla más el sol. Tú nunca escuchaste de la fuente el murmurar ni envidiaste al vuelo de la alondra, ni su libertad. Nunca sentiste la lluvia tu rostro azotar, ni la caricia del viento alegró tu penar. No quiero que seas flor de invernadero. No quiero que mueras sin haber visto el cielo. Ven conmigo y vuela donde brilla más el sol. Ven conmigo, yo te enseñaré lo más hermoso del amor...