Entre aquel apostolado Dijo Jesús aprehendido: "Por mis contrarios hey si'o Muy cruelmente maltra'o"; Magdalena con cuida'o En ese momento implora, Se anega la bienhechora En llanto muy afligí'a. Toda la gente decida: "Dejen llorar a quien llora". Maire, yo le digo adiós Y usted por mí no haga duelo. Espero en Dios que en el cielo Los hamos de ver los dos. En el tránsito veloz Ya se cumplió mi destino, Purificando al Divino A la gloria dentraré, Y antes de partir diré: "adiós, adiós, mundo indino". Dios s'entregó a padecer Sin tener culpa ninguna Ata'o en una coluna Humilde por su querer. Ahí en la cruz llegó a ver: "Trabájenla con empeño -amistoso y halagüeño La mira y la deja así-. Si no ha de ser para mí, No quiero prenda con dueño".