Voy a cantar un corrido que traigo prendido en el fondo de mi alma. Es la desgracia de un hombre que fue muy mi amigo y murió en la barranca. Era rival en amores de un hombre muy macho que siempre ganó. Se disputaban a Rosa, la niña más chula de aquella región. Se citaron la noche más negra y al barranco acudieron los dos. Eran las diez de la noche en la vieja capilla que esta en el panteón cuando sonaron dos tiros y un hombre sin vida al barranco cayó. Hoy han pasado dos años. Y a aquel buen amigo ya nadie recuerda. Hoy adornaron la iglesia: Se casa Rosita, estamos de fiesta. Sale vestida de blanco, más linda que nunca, camino al altar. Mientras yo sé que, en la cárcel, un hombre muy macho se piensa matar. Yo, por eso, le canto a la vida. Yo, por eso, no creo en el amor Eran las diez de la noche en la vieja capilla que está en el panteón cuando, en la cárcel del pueblo, sonaron dos tiros y un hombre murió.