Con el alma muerta, con los ojos tristes, te perdono todo pero yo me voy. Aunque tú me quieras, aunque yo te adore, ve pensando en otro porque yo me voy. No sabrás por nadie si culpe al destino o si te maldije por tu ingratitud. Sé perfectamente que pagué con llanto la divina gracia de tu juventud. Sé perfectamente que jugué a las cartas y que sin tocarlas yo perdí el albur Estas cosas en la vida que parecen increibles se repiten diariamente, unas veces por cariño unas veces por capricho y también sinceramente. Con el alma muerta, con los ojos tristes, te perdono todo pero yo me voy. Sé que tu cariño quedará prendido como cosa grande de mi corazón. Pero ya te dije que me voy pa' siempre, y aunque sea mi muerte éste fue mi adios. Éste fue mi adiós.