Dicen que todo se explica, que el azar oculta un orden. Nada se escapa a la regla de la cordura del hombre. Bajo la luz de la ciencia ninguna sombra se esconde; música y magia son mitos que a la materia responden. Tiene que existir, aún tiene que latir, amordazado por la razón, un corazón. Nada obedece al misterio que configura a la noche. No tiene peso el vacío puesto que no tiene doble; el sentimiento es un lujo que agujera el soporte de las respuestas cabales a lo que no se conoce. Ser un verbo sin sangre de pensamientos conformes, una cabeza en la masa con apellidos y nombre. Triste deber de la Historia el de encontrar soluciones acribillando latidos para que suenen relojes.