El sol despierta en la zafra La escarcha del cañaveral, Y en el dulce rocío del agua Baja el viento a cantar, Cuando el brazo zafrero Derriba el oscuro sabor del jornal. El día enciende en la caña Lo verde de mi Tucumán, Y en el aire de un silbo andariego La mañana se va A jugar con el chango Que dejé esperando allá en Famaillá. Cuando la luna zafrera Se queme en las carpas de tanto soñar, Subirá por la sangre de un grito Su tambor a golpear, Pa' que se haga esperanza El amargo almíbar del cañaveral. La luz metal del machete Cantando por los tallos va, Y en el sordo crujido del carro Agoniza un zorzal, Cuando suelta el camino Su lengua sedienta por el arenal. La tarde oscura de azúcar Se apaga ya en el naranjal, Y en la sombra frutal del aroma Sueña mi Tucumán Porque adentro e'su noche, Mi zafra de zamba me pongo a cantar.