El sol que nace entre los cerros, El verde vivo al aclarar, La voz que vibra en cada verso, Canción que vive en mi ciudad. La luz que viaja por mi pueblo Y el aire libre al despertar, Terrón de voces que echan vuelo, Color de noches sin final. Cada voz que vibra en mis recuerdos, Cada paso, cada despertar, Todo aquello perderá en el tiempo Su sentido eterno si no estás. La copa de este vino añejo, Pintada en suave oscuridad, De un trago que tan solo es bueno, Si en el contemplo tu amistad. Y voy, y en cada esquina encuentro, En cada punto cardinal, La imagen fértil de mi pueblo, Milagro inmenso en mi ciudad. Aquí estoy parado entre mis sueños, En el cielo donde quiero estar, Pero iré camino hacia el invierno, Si no escucho tu voz al caminar.