Porque eres buena y no encuentro mejor razón para amarte, porque aliento la tristeza con tan sólo recordarte. Porque tú tienes el nombre con que yo quiera llamarte, porque eres brisa y poema como jazmín en el aire. Porque eres, sin pretender, un himno que canta el viento los pajarillos del campo, la ciudad en su ajetreo. Razones, sobran razones, razones que me da el alma. Razones para quererte del anochecer al alba. Porque transitas la senda que ha de conducirte al cielo, a ese cielo que forjamos y que ya sabemos nuestro. Porque sí, porque eres mía, tú lo sabes, yo lo siento; Nuestro amor no necesita que lo riegue un jardinero. Porque en tí hasta la pasión puede habitar en silencio como una luz de ilusión, como el verano o el tiempo. Razones, sobran razones, razones que me da el alma. Razones para quererte del anochecer al alba. Razones, sobran razones, razones que me da el alma. Razones para quererte del anochecer al alba.