Esta penita que tengo, la tengo porque yo quiero, me la ilumina la luna, me la perfuma el romero. Un pañuelito me ha dado, lo tengo porque yo quiero, mojado está de su llanto, y lo perfuma el romero. Flor de romero, ¿quién te ha cortado? Quedó sobre mi guitarra, su corazón desvelado. Ella se fue llorando, vidita, ¡ay, cómo la quiero!, quedó el pañuelo solito, y sin perfume el romero. ¿Qué penas penan las coplas, que caben en un pañuelo?, si hasta se apena la sombra olvidadas del romero. Flor de romero, ¿quién te ha cortado? Quedó sobre mi guitarra, su corazón marchitado.