Tan solo estoy... odio esta absurda soledad La tristeza de un dios que no alcanza a comprender como un trozo de su ser tan pronto le olvidó Ahora hurgas en mi herida y aún no entiendes quién soy yo Yo te concedí la vida y no ves la realidad Ahora ya no hay marcha atrás en tus ojos puedo ver Las ruinas del edén Llora el cielo, y la mar sabe que ya no es azul El viento ha dejado de hablar y el sol ahora esconde su luz. No entiendo Si ya lo has destrozado, que más quieres de mí un día, tal vez, seas sensato y tus dudas te alejen del fin Morirás por mí. Tu vida eran dios y tu fe y ahora te crees con poder, desafías mi ley