Desde la Cuesta del Portezuelo, mirando abajo parece un sueño: un pueblito aquí, otro más allá]bis y un camino largo que baja y se pierde.]bis Hay un ranchito sembrao de higueras y bajo el tala durmiendo un perro. Y al atardecer, cuando baja el sol,]bis una majadita volviendo del cerro.]bis Paisaje de Catamarca con mil distintos tonos de verde: un pueblito aquí, otro más allá y un camino largo que baja y se pierde. Y ahí, en la villa del Portezuelo, con sus costumbres tan provincianas: el cañizo aquí, el tabaco allá y en las sogas cuelgan quesillos de cabra. Con una escoba de pichanilla una chinita barriendo un patio. Y sobre el nogal, centenario ya,]bis se oye un chalchalero que ensaya su canto.]bis Paisaje de Catamarca con mil distintos tonos de verde: un pueblito aquí, otro más allá y un camino largo que baja y se pierde.