De haber nacido a veces se reniega cuando llega el temporal y el día gris, y de pronto sale el sol con tanta vida que entristece el pensar que hay que morir. Cuando niño poco entendí a mi padre cuando joven dudé de sus posturas, ya maduro empecé a dudar de mí y hoy consulto a su recuerdo ante la duda. Ahora sé porqué mis padres lagrimeaban cuando de ellos me fui en aquella tarde, hoy me toca ser el árbol dolorido que atardece en el adiós de su ramaje. Aún no sé si deseo que mi niño sea médico, sacerdote o ingeniero, más si estudia o no estudia bien quisiera que la vida lo diplome de hombre bueno. Ahora sé porqué mis padres lagrimeaban cuando de ellos me fui en aquella tarde, hoy me toca ser el árbol dolorido que atardece en el adiós de su ramaje.