En la casa de juego de la vida en la loca ruleta del amo, una noche sin ver lo que exponía contra el tuyo jugué mi corazón. Giró la rueda con sus días rojos encendidos de fuego y de pasión. Giró la rueda con sus días negros amargados de cruel desilusión. Yo creí que ganar era muy fácil y aposté sin pensar que eras mujer. Como el cristal mi suerte fue tan frágil que un cambio de tu amor me hizo perder. No me quejo son cosas de la vida si en la loca ruleta del amor, mi corazón jugué en una partida y un golpe del azar se lo llevó. Quise todo jugar al trece negro cabalístico, número fatal yo poniendo tu suerte con la mía tu cariño jugué para mi mal. Rodó la bola con carrera loca y rodando otro número marcó. Rodó la vida y perdí tu boca que otros labios ajenos me ganó. Yo creí que ganar era muy fácil y aposté sin pensar que eras mujer. Como el cristal mi suerte fue tan frágil que un cambio de tu amor me hizo perder.