Yo tengo la carcachita más cuidadita y singular que aunque anda puja que puja nadie la empuja al arrancar. Le fallan los frenos, no gira el cigüeñal, le faltan bielas, anillos, doce tornillos y un pedal. A veces no parece resistir y más si hay pendientes que subir. Mas luego de bajadita que ligerita quiere ir. Si paso con mi carcacha cada muchacha que me ve se pone color de fresa de la cabeza hasta los pies. Les gusta su línea y el modo de correr y el tipo tan arrogante, tan elegante del chofer. Si tiene usted un poco de valor y quiere ir camino del amor, se sube pero apoquina pa’ gasolina por favor. Se sube pero apoquina pa’ gasolina por favor.