Tanta quietud resolvió la ecuación Sin avisar ya no habrá erupción Todas las promesas que habitaban otras mesas Las hicimos muy propensas a caídas por sorpresa De todas las maneras las mas bellas y certeras Las pequeñas y las torpes ayudaron. Somos niebla de verano Agua y viento sin pasado Un suspiro, un ruido callado Para llegar otra vez despegar Un suspiro, un ruído callado Es la brisa desnuda, vestida Tanta quietud resolvió la ecuación.