Cuando la suerte que es grela, fayando y fayando te largue parao... Cuando estés bien en la vía, sin rumbo, desesperao... Cuando no tengas ni fe, ni yerba de ayer secándose al sol... Cuando rajés los tamangos buscando ese mango que te haga morfar... La indiferencia del mundo que es sordo y es mudo recién sentirás. Verás que todo es mentira, verás que nada es amor, que al mundo nada le importa, ¡Yira!...¡Yira!... Aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor, no esperes nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor. Cuando estén secas las pilas de todos los timbres que vos apretás, buscando un pecho fraterno para morir abrazao... Cuando te dejen tirao, después de cinchar, lo mismo que a mí... Cuando manyés que a tu lao se prueban la ropa que vas a dejar... te acordarás de este otario que un día, cansado, se puso a ladrar.