Te encontré una vez, bailando sola en una discoteque y no se por qué me enamoré de ti y de tu forma de bailar. Cuando te miré, tus grandes ojos me hicieron vibrar y no pude hablar, parado me quede a media pista sin saber que hacer. A la chica que, venía conmigo sola la dejé ya no supe más, tomé tus manos y empezamos a bailar. Un poco después, salimos juntos de la discoteque, fuimos a cenar y platicando, fue así como empezó nuestro querer. Pronto descubrí, que eres la chica para quien nací, lo supe muy bien, pues nunca antes había sentido lo que ahí sentí. La cuenta pagué, y abandonamos el lugar aquel, para caminar, pues esa noche era perfecta para amar. Al llegar a un parque, nos sentamos y tu mano yo tomé, luego te abracé y por primera vez con fuerza te besé, te besé. Fue después de un mes, que te pedí que fueras mi mujer, dijiste que sí y nos casamos allá en aquella discoteque, donde te conocí, donde me enamoré de ti. En la discoteque, donde te conocí, en la discoteque, donde me enamoré de ti. En la discoteque, donde te conocí...