Aquí estaré, desmontando el invierno: Ya no me cabe el traje de arlequín. Jugué a perder, pero gané Y me cagué en la puerta del infierno: Por eso volví. Sólo seré nieto del guardagujas, El de las lágrimas que hacen reír, El sueño del barbero, el mataeneros, Ese manco que te empuja, Sangre de Martín. Reverdecí mirándome por dentro, Y de tanto asomarme me caí. Lo que encontré fue mierda Y eso es demasiado reino para un tuerto Que sólo quiere oír: -¡Cómo vienes de serrín! -Anoche perdí. Para el dolor, dejé abierta la espita Y ni siquiera así lo adormecí. No todo ha sido en vano: Los gusanos chuparán estalactitas Que traje por ti. -¡Cómo vienes de serrín! -Por fin anoche perdí.