No pude ser algo grande por no haber ido a la escuela. Sigo aprendiendo, despacio, lo que la vida me enseña. No pude alcanzar la gloria por no salir de mi pueblo, un pueblo lleno de historia: no quise dejar de verlo. No sé ni escribir mi nombre, yo no entiendo los letreros. Soy de este mundo el más pobre. Hijo de Pedro, el herrero. Por lo que sufre mi madre yo cada día más la quiero. Cuánto trabaja mi padre por tan poquito dinero. Y yo no puedo ayudarlo por no haber ido a la escuela. Sigo aprendiendo despacio lo que la vida me enseña. Pero me siento orgulloso, aunque no tenga dinero, de ser hijo de mi padre: Mi padre es Pedro, el herrero. Pedro, el herrero.