Bajé de la montaña y me fui al desierto perdí en un terremoto a mi dulce amor te vi pasar por el medio del fuego. Por tí he cruzado cuanto río encontré y hasta he sentido el huracán a mis pies y, aunque he sentido miedo, nunca perdí la fe. Con las plantas sagradas hablé, al gran árbol también pregunté, en el bosque dormí, caminé, me reí con los duendes del amanecer, y al fin te encontré, reina mamá libertad! Desde que viniste a mi. Me diste mas velocidad en el desierto el sol no para de brillar y estoy despierto, voy a seguir, voy a pelear y no me quejo, tengo a mi madre libertad para cambiar el tiempo. Madre libertad dame tu fuego, limpiame de odio el corazón, te pido una canción para mi pueblo, y así en el nombre de la paz cantaré, y así a mi madre libertad honraré, te daré música real, poderosa y eterna.