Tiene el color del semblante De una virgen de marfil, Lleva en los labios un cante Y en la mano un quince mil. De un coche de dos caballos Sale una voz con corona: —Si quieres, rosa de mayo, Seré el vasallo de tu persona. Palabras que lleva el viento Y luto en el corazón. La calle del Sacramento Sintió el lamento De su pregón: ¿A quién le vendo la suerte? ¡Mañana sale y está premiado! (Mis ojos tienen que verte Por tres puñales atravesado.) ¡La fortuna, pa mañana! ¿Quién me compra un quince mil? (Que repiquen las campanas A la hora de morir.) ¡Cuatro series! ¡Qué bonitas! ¡Voy tirando los caudales! ¡Son de doña Manolita! ¿Quién me compra esta penita? ¡Mañana, mañana sale! Yendo de juerga en su coche Con corona de marqués, Le dieron muerte una noche En la calle Lavapiés. Nadie el motivo sabía, Nadie conoce la clave. La niña que le vendía La lotería sí que lo sabe. Quizás que el mismo cuchillo Vengó una doble traición. Y envuelto en su mantoncillo Va el estribillo de este pregón: ¿A quién le vendo la suerte? ¡Mañana sale y está premiado! (A mí me dieron la muerte Con los puñales que te han clavado.) ¡La fortuna, pa mañana! ¿Quién me compra un quince mil? (Que me doblen las campanas Y me entierren junto a ti.) Y en el filo de la aurora, Desde Sol a Chamberí, Nadie sabe por qué llora Pregonando un quince mil.