En una esquina un escrito rezaba as: "El ltimo que salga que apague la luz, que no pueda nadie mirar, donde est, al pas del que le hablamos". Entre las runas un viejo se queda all con su gran dolor, sin una lagrima ya, porque ya las ha llorado en su corazn ahogado. "Yo de aqu no puedo irme" -nos deca- "pues mis pies estn cansados y, adems esta tierra es nuestra tierra, mrala. El cerezo lo he plantado con mis manos y en un mes o dos florecer como un signo de esperanza renacer. Y al seguir el paso de mil huellas, se me encoge el corazn porque no puedo ver como se marchan tantos amigos, tantos testigos que callarn. Hasta las aves, cuando amanezca, alzando el vuelo, emigrarn lejos de esta mala suerte, de este invierno, de esta muerte que otro fro nos traer". Cmo se marchan todas las cosas, las bellas esposas, cmo se marchan. Hacia dnde? Quin sabr. Qu caminos andarn antes de poder parar? Y sobre el muro queda escrito aquello que dice as: "El ltimo que salga que apague la luz, y que nunca mire a sus espaldas; que camine hasta encontrar otro tiempo, otra esperanza por la humanidad" En una esquina.