Forman los riojanos en Pozo 'e Vargas; los manda Varela, firme en batallas. Contra los santiagueños, con gran denuedo, van a pelear; ya Don Manuel Taboada alza su espada: se ve brillar. Atacó Varela, con gran pujanza: tocando a degüello, a sable y lanza. Se oyen los alaridos, en el estruendo de la carga y ya pierden terreno los santiagueños de Taboada "Bravos santiagueños -dijo Taboada- vencer o la muerte vuelvan su cara. Por la tierra querida, demos la vida para triunfar" Y ahí no más a la banda la vieja zamba mandó a tocar. En el entrevero se alzó esta zamba, llevando en sus notas bríos al alba. Y el triunfo consiguieron los santiagueños y este cantar para eterna memoria, Zamba de Vargas siempre será.