Dime quién eres, buen caballero de ceño adusto, semblante austero. Miro tu casa, veo la ruina las telarañas, la naftalina y las ratas al acecho. Dime quién eres, ¿qué es lo que esperas? Yo soy el caballero de la mano en el techo, tapando las goteras. Y se me van los días, se me van los años, siempre hay algo que evocar. Dime quién eres, buen caballero tuviste sueños de bandolero y pesadillas de enamorado, pero ya veo que te has cansado sin pasar del sueño al hecho. Dime quién eres y qué te resta. Yo soy el caballero de la mano en el lecho, voy a echarme otra siesta. Y se me van los días, se me van los años, siempre hay algo que soñar. Dime quién eres, buen caballero, ya sin castillo, ya sin dinero. Antes tenías la cara seria, ahora sonríes y en tu miseria aún recorres otro trecho. Dime quién eres aunque no hay duda. Yo soy el caballero de la mano en el pecho de la maja desnuda. Y se me van los días, se me van los años, siempre hay algo que tocar.