Yo tengo una suerte loca qué suerte loca para quererte con un cariño tan grande que no se acaba ni con la muerte. ¡Ay! corazón, no le digas que la quieres tanto porque cuando se entrega la vida los amores acaban con llanto. Yo tengo una suerte loca, mira si es suerte saber tus cuitas, me las han dicho tus ojos que son de tu alma las ventanitas. ¡Ay!, corazón, a un amor no te entregues entero, tras las rosas están las espinas y te acecha un puñal traicionero. Los ojos que me embrujaron que me miraron ya no me miran, los labios que me arrullaron, que me besaron ya no suspiran. ¡Ay! mundo cruel cómo se abre a mis pies el camino, esos cambios que tiene la vida son caprichos que tiene el destino.