Un día más, un año más que voy perdido en la neblina, en esa niebla de la noche parisina, que te alejaste para nunca retornar. Yo te llamé Mimí Pinsón. porque tu afán de ser coqueta te fue arrastrando, al igual que la Griseta y el mismo mal y su final te castigó. Mimí Pinsón, yo te soñé en la novela de Muset y te encontré después en mi destino. Que cortos fueron los caminos de los sueños y que vanos los empeños por salvarte de la muerte. Sigue la nieve castigando el ventanal, y yo con esta soledad. Mimí Pinsón aun te busco por las calles de París. Igual que ayer te veo y te presiento, pero es inutil, ya no vienes a mi encuentro, Mimí Pinsón. Un año más, que tu no estás, y nuevamente la neblina trae el recuerdo de mis noches parisinas y en el recuerdo nuevamente vuelves tu. Estás en mi, te vuelvo a ver, y en mis delirios de poeta, beso tus manos y el manojo de violetas, igual que ayer, igual que hoy y siempre igual. Bis III a V