El aire se está llenando, se está llenando de acentos, a todos los comunistas quisieran tenerlos presos. Por las calles va brotando un negro presentimiento, porque quisieran matarlos en cuanto puedan hacerlo, en pesares y agonías, con prolongado silencio; una llovizna de sangre moja la cara del pueblo. Que suelten a la jauría, que desaten a sus perros, muertes ni persecuciones atemorizan al pueblo. Que nadie derrame llanto, que nadie moje pañuelos, apretar más en el puño la verdad del sufrimiento. Pero que no se equivoquen los fabricantes del miedo, ni prisiones ni cadenas atemorizan al pueblo.