Pago donde nací, es la mejor querencia, y más me lo recuerda, mi larga ausencia, ¡ay, ay, ay, sí, sí! Santiago que dejé, con mi rancho querido, cuna de los mistoles, charqui y quesillo, ¡ay, ay, ay, sí, sí! Tu sombra de mistol hei’ buscar, cuando ya cansao de tanto andar, vuelva de nuevo al pago, a mi Santiago, ¡ay, ay, ay, sí, sí! Forastero que va, siempre suele quedarse, y del suelo querido, suele prendarse, ¡ay, ay, ay, sí, sí! Si la muerte hai’ llegar, no hei’ de morir contento, mientras no pite un chala, de mi Loreto, ¡ay, ay, ay, sí, sí! Tu sombra de mistol hei’ buscar, cuando ya cansao de tanto andar, vuelva de nuevo al pago, a mi Santiago, ¡ay, ay, ay, sí, sí!