Cuántas veces de mañana salgo a caminar al campo y el silbido del arriero te nombra. Que haya paz en la Tierra reza una vieja oración y yo me pregunto y pregunto pero no me dan razón. Es por eso viejo amigo que un solo favor te pido alza tu sangre esta noche ven conmigo, ven conmigo. Y ayuda a encontrar respuesta a la paz que se ha perdido a la paz que se ha perdido en el mundo de los hombres como un niño sin saber. Y cada madre que pase con un hijo en las entrañas, sabrá que la paz del mundo es un viento que acaricia y que crece en el amor. Ven conmigo, ven conmigo. Y por cada hombre que nazca cada soldado que vuelva la sonrisa de una novia la alegría de una madre en tu pecho cantará. Ven conmigo, ven conmigo, ven conmigo.