Un solo instante, un último grito, una vida arrancada, millón de lamentos. La imagen de un ángel de sonrisa eterna, la dulce inocencia, el cielo en sus ojos, no logro entenderlo. Qué oscuro motivo puede a la razón, ya no hay esperanza sólo desesperación, sólo impotencia y llanto. No quedan más lágrimas que derramar, cansada de amar no encuentro otro final y el dolor, se acrecienta, pasiones ahogadas, sueños por realizar. Así lo deseo, por fin descansar. Ya no más sufrimiento. Me arrojo al vacío, la cuerda se tensa, un leve latido, es mi último aliento... Tiempo, que arrastrando te llevas mis sueños, ¿por qué vas robando el pasado? La inocencia enmudece y me dejas desnudo ante mi soledad. Letra y música: Pepe Herrero.