Una tristeza hay en mí y es que por fin lograste apartar de mi vivir tu raro mirar porque te vas de mí. Pero los besos que yo te arrebaté al decirme tu adiós, esos ni tú ni nadie ni Dios me los podrán quitar. Con la distancia tú muy pronto me olvidarás. Sé muy bien que no me recordarás. Pero los besos que yo te arrebaté al decirme tu adiós, esos ni tú ni nadie ni Dios me los podrán quitar. Con la distancia tú muy pronto me olvidarás. Sé muy bien que no me recordarás. Pero los besos que yo te arrebaté al decirme tu adiós, esos ni tú ni nadie ni Dios me los podrán quitar.