Sol de mi vida luz de mis ojos siente mis manos como acarician tu tersa piel. Mis pobres manos, alas quebradas crucificadas, crucificadas bajo tus pies. Abre tus brazos maravillosos y entre sollozos bébete mi alma que es para ti. Qué culpa tengo de ser tan tuyo de que tu orgullo sea mi condena, pobre de mí. Abre tus brazos maravillosos y entre sollozos bébete mi alma que es para ti. Qué culpa tengo de ser tan tuyo de que tu orgullo sea mi condena, pobre de mí.